Cuando
realizamos la práctica de Tai Chi Chuan, los movimientos a lo largo de un tiempo de práctica van mejorando poco a
poco el equilibrio corporal ya que estabiliza los tobillos, las rodillas y las
caderas. Pero poco a poco algunos alumnos comienzan a presentar dolores en las
rodillas, para ello vamos a exponer algunas sencillas pautas a tener en cuenta
para que esto no ocurra.
Dispuestos
a comenzar la práctica debemos hacerlo en superficies lisas y utilizar unas
zapatillas apropiadas que nos permitan la rotación de los talones de manera
cómoda.
Antes
de comenzar la sesión debemos efectuar un precalentamiento del cuerpo, prestando
atención a las extremidades inferiores, ya que son ellas las que soportan el
peso del cuerpo. De todas maneras cada ejercicio que hagamos debemos
acompañarlo de la visualización de los movimientos de esa articulación. No
debemos realizar el calentamiento como algo ajeno o secundario al Tai Chi.
Error que se comete frecuentemente es el de acompañar esta actividad inicial
con conversaciones intrascendentes, que nos impiden concentrarnos en la
visualización de los movimientos. Si tenemos tendencia a sufrir molestias en
las articulaciones de las rodillas, debemos prestar más atención a los
ejercicios en estas zonas, calentándolas un poco más y teniendo en cuenta no
forzar los movimientos al máximo.
Los
ejercicios de precalentamiento insuficientes pueden hacer que la rodilla
duela. Por ello si después del
calentamiento realizamos unas sesiones de Chi Kung, los movimientos ejecutados
nos sirven de introducción a la práctica del Tai Chi.
Al
practicar Tai Chi debemos hacerlo de forma ordenada y avanzar gradualmente
aumentando la cantidad de ejercicios paulatinamente y con moderación, y usando
la ligereza y la naturalidad.
Un buen
movimiento no hace sufrir a las rodillas. Cuando terminamos la práctica debemos
encontrarnos tranquilos, contentos y relajados, por ello debemos tener en
cuenta que algunos aspectos que afectan a las rodillas son:
- Un
exceso de ejercicio que hace que el cuerpo se canse.
- Las
posturas demasiado bajas.
- Los
movimientos forzados hasta los extremos.
- Mala
distribución del peso.
- La rodilla y la punta del pie no miran en la misma dirección
Cuando nos
duelen las rodillas es que estamos haciendo un movimiento incorrecto, y
seguramente es debido a la distribución del peso. Si intentamos hacer un cambio
de dirección sin levantar la pierna que tiene el peso obligándola a girar sobre
el talón, ésta transmite fuerza y tensión a su articulación de la rodilla. Si
la rodilla está mal situada existe una gran probabilidad de que la cadera esté
igualmente fuera de sitio o bloqueada.
La próxima vez que practiquemos Tai Chi Chuan debemos darle más
importancia a las rodillas.
Imagen tomada de http://jaimemasajistayatleta.blogspot.com.es/2010/05/la-rodilla.html