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"Practicar Hun Yuan Tai Chi para beneficio de la humanidad" (Gran Maestro Feng Zhi Qiang)

jueves

La relajación consciente


Con la relajación consciente podemos controlar nuestra mente y nuestro cuerpo para lograr mejorar la salud y gozar de mayor bienestar en la vida. Esto lo conseguimos, no sólo yendo tranquilamente por la vida y las circunstancias que nos rodean, también debemos combinarlo con ejercicios de visualización. Como podemos observar, la relajación consciente va más allá de sentirse tranquilo.
La mente domina todas las funciones del cuerpo. Aunque no seamos conscientes de ello, el cerebro regula las tareas necesarias para vivir: ritmo cardiaco, movimiento de los pulmones, metabolismo,… y también recibe nuestras órdenes y las ejecuta. De esta manera, cuando pasamos periodos de estrés, el cerebro reacciona y da las órdenes necesarias a nuestros órganos para soportar la presión a la que nos vemos sometidos. Es entonces cuando se solemos somatizar enfermedades que pueden ir desde úlceras o infartos hasta derrames cerebrales. Muchas personas no logran relajarse mientras duermen, a pesar de estar en un estado Alfa: mientras dormimos podemos sufrir pesadillas, que aceleran el ritmo cardiaco y la secreción de adrenalina, o problemas de bruxismo o contracciones musculares. 

Las ondas cerebrales
Estado Beta. El ritmo de frecuencia cerebral oscila de 13 a 28 Hz. Se registran cuando la persona se encuentra despierta y en plena actividad mental, es un estado de alerta máxima, vigilante, miedo,  es la situación normal cuando estamos despiertos, conduciendo, o trabajando en donde estamos en estado de alerta, ansiedad. Los sentidos se hallan volcados hacia el exterior, de manera que la irritación, inquietud y temores repentinos pueden acompañar este estado.

 la relajación consciente va más allá de sentirse tranquilo
Estado Alfa. El ritmo de frecuencia cerebral oscila de 7,5 a 13 Hz. Se registran especialmente momentos antes de dormirse Relajación, tranquilidad, creatividad inicio de actividad plena del hemisferio izquierdo y desconexión del hemisferio derecho. Al entrar en el estado Alfa, todo el cuerpo se relaja. Mediante las técnicas de la relajación consciente podemos bajar voluntariamente al estado Alfa sin dormirnos, y el cuerpo recibe todos los beneficios del sueño. La relajación consciente nos permite descansar y reparar el cuerpo y la mente más que cuando estamos dormidos. Sus efectos característicos son: relajación agradable, pensamientos tranquilos y despreocupados, optimismo y un sentimiento de integración de cuerpo y mente.

Estado Theta. El ritmo de frecuencia cerebral oscila de 3,5 a  7,5 Hz. Estado de vigilia, equilibrio entre los hemisferios izquierdo y derecho, plenitud, armonía. Según lo profundo de nuestro sueño o en meditación profunda, mientras actúan las formaciones del subconsciente podemos entrar en estados Theta. Las características de este estado son: mayor capacidad de aprendizaje, fantasía, imaginación e inspiración creativa.

Estado Delta. El ritmo de frecuencia cerebral oscila de  0,2 a 3,5 Hz.  Estado hipnótico, hemisferio  cerebral derecho en plena actividad,  meditación. Surgen principalmente en el sueño profundo. Sus estados psíquicos correspondientes son el dormir sin sueños, el trance y la hipnosis profunda. Las ondas delta resultan de gran importancia en los procesos curativos y en el fortalecimiento del sistema inmunitario.

 

Beneficios de la relajación consciente

A nivel mental:
- Nos despeja y permite que pensemos con mayor claridad y de una forma más creativa.
- Nos induce a una sensación de paz y tranquilidad.
- Tranquiliza, aclara y profundiza la vida afectiva.
- Descanso de la mente a voluntad. 
- Aumenta la energía, claridad y penetración de los procesos mentales. 
- Desarrolla nuevas facultades de percepción de tipo superior: Intuición, sentimientos estéticos, etc. 
- A más relajación, más tranquilidad. 

A nivel físico:
- Disminución de la tensión muscular.
- Disminución de la presión arterial y del ritmo cardiaco.
- Regulación de la respiración estimulando el riego sanguíneo y aportando mayor nivel de oxígeno a todo el organismo.
- Reducción de los niveles de secreción de adrenalina y noradrenalina por las glándulas suprarrenales(*).
- Aumento de la vasodilatación general, por lo que se produce una mayor oxigenación periférica.
- Reducción en los niveles de colesterol y grasas en sangre.
- Aumento del nivel de producción de leucocitos, reforzando el sistema inmunológico.
- Recuperación extraordinariamente rápida ante toda clase de fatiga. 
- Mejoría ante los trastornos originados por hiperactividad orgánica o por tensión. 
- Aumento de la energía física, psíquica y mental. 
- Mejoría del funcionamiento del cuerpo en general.


De las técnicas que trabaja la Fundación Hun Yuan con las cuales se logra la relajación consciente, mencionaremos dos:

Fang Song Qong (Qi Qong para Relajación consciente). Es una práctica característica de la escuela Chen Hun Yuan. Todos los ejercicios que conforman esta práctica están enfocados a la relajación consciente del cuerpo y de la mente.

Qi Qong de la armonía, mediante esta técnica se favorece la conexión entre el cuerpo energético y el físico, de modo que también se expande nuestra conciencia, y mejora la conexión con la energía universal. El objetivo de este Qi Qong es conseguir una relajación profunda, pero consciente, tanto del cuerpo como de la mente.

Cuanto más practiquemos las técnicas de relajación consciente, más fácil y rápidamente entraremos en el nivel alfa, y podremos permanecer en él durante más tiempo.

(*) La adrenalina produce una respuesta del organismo al estrés, aumentando la presión sanguínea, el ritmo cardiaco o la cantidad de glucosa en la sangre: las situaciones de tensión o peligro provocan un aumento de adrenalina en el organismo. La noradrenalina incrementa la presión arterial.

                                                                          Para saber más… FUNDACIÓN HUN YUAN
                                                                                                  http://www.hunyuantaichi.com/


Imagen tomada de http://www.panoramio.com/photo/




Paco Araújo


Los siete venenos


Tanto en la medicina tradicional china (MTC) como en los escritos taoístas se comentan siete emociones que deben estar siempre en equilibrio, todas y cada una de ellas, es decir, en armonía. En el caso de que estas emociones las desequilibremos puede resultar un veneno que hay que evitar. Los avatares de la vida, las informaciones que nos llegan, el estrés de los acontecimientos que nos toca vivir, hacen que los excesos de las emociones nos resulte un tóxico. Por ello debemos evitar que nos influyan y lograr un equilibrio para mantener y mejorar nuestra salud tanto emocional como corporal ya que todas son necesarias, pero siempre en su justa medida, de manera equilibrada. Con el taichí lograremos los reducir estos extremos y aprenderemos el camino hacia el equilibrio.

El equilibrio de las emociones a través del tai chi chuan
Profesor Sergio Mazzini de la escuela Hun Yuan
El miedo. Influye en los riñones, el exceso de miedo hace que cometamos temeridades e imprudencias que pueden influir en nuestra vida o en quienes que nos rodean, cuando el miedo es grande su exceso es el terror, el cual nos paraliza o nos induce a realizar actos peligrosos. Lo notamos en la sequedad de la boca, nerviosismo, insomnio, taquicardias, habla atropellada, sudoración,… pero un nivel medio nos hace ser cautos y atentos. Muchos problemas renales son producto de un miedo desproporcionado. Teniendo en cuenta la práctica del taichí, ésta nos da seguridad y calma ante estas situaciones, logrando un equilibrio que nos ayuda en muchas situaciones.

La ira. Influye en el hígado, hace que saquemos conclusiones precipitadas ante los actos de los demás, induciéndonos a pensar y expresar malas intenciones a través de las palabras, miradas y acciones hacia quien va dirigida esa intención. Ocurre en estos casos que se nos dispara la segregación de adrenalina, envolviéndonos en un bucle del cual es difícil controlar. El taichí, con su calma y su armonía nos ayuda a encontrar la manera de que no aparezcan estas situaciones.

La tristeza. Influye en los pulmones, dispersa la energía (Chi), nos envuelve en un halo que hace que nos sintamos cada vez más pequeños e insignificantes, nos resta confianza en nosotros mismos y hace que desaparezca la autoestima. Con el taichí hacemos que los pulmones se llenen de oxígeno y los movimientos del diafragma sean armónicos y pausados, de esta manera podemos atrevernos mucho mejor ante las situaciones que nos lleguen.

La preocupación. Influye en el bazo,  dispersa los pensamientos, nuestra mente no está con nosotros, nuestro cuerpo no está con nosotros (no existe ni el ahora ni el aquí), tenemos muchas mentes, estamos “en el aire”, no prestamos atención (hay ciertas similitudes con la hiperactividad), por ello estamos inseguros, es preciso enraizarnos en el suelo. El taichí nos enseña a estar ahora en el momento preciso; cuando gozamos el movimiento sin pensar en el que realizaremos inmediatamente después, estamos logrando dispersar los excesos de preocupación, los cuales generalizaremos en la vida cotidiana.

La alegría. Influye en el corazón, demasiada alegría distrae y perturba la mente, excita el corazón y nos puede llevar a la euforia presentando un exceso del elemento fuego. Con el taichí aprendemos a controlar esta emoción dominando la alegría y teniendo una felicidad ecuánime.

La ansiedad. Influye en los pulmones, demasiada ansiedad ya sea en un momento dado o una ansiedad constante nos lleva a un desgaste excesivo del Chi de los pulmones, es una alarma constante en nuestro organismo que nos impide relajarnos. El taichí, con su quietud y armonía a través de la respiración pausada nos fortalece y ayuda a rebajar los niveles de esta emoción buscando el equilibrio.

La obsesión. Influye en el bazo, es parecida a la preocupación, pero si aquella está influida por elementos externos, ésta es producto de nuestra mente. Le damos muchas vueltas a una misma idea, pero sin aportar datos nuevos ni soluciones para acabar con ella, es la serpiente que se muerde la cola. Enraizarnos en la tierra a través de la práctica del taichí es una buena terapia que generalizaremos en nuestra vida cotidiana.

Para saber mas: http://www.hunyuan.eu/

Paco Araújo