La energía universal, Qi, prana o energía vital circula entre los seres vivos e irradia de ellos. Todo es energía. La energía es la materia prima para ser elaborada; el resultado será una casa, una flor, una emoción. La energía vital disponible en la naturaleza y adaptada a cada forma se denomina prana. Cada ser recibe Qi, lo utiliza y lo emite transformado en otra variedad de Qi, combinación de la energía entrante con su propia vibración. La irradiación de cada ser es su propia atmósfera energética.
El cuerpo etérico o energético es un campo de recepción, transformación y distribución de energía. Esta red de hilos de luz, también denominados nadis, forma torbellinos o vórtices de energía en los sitios donde hay mayor número de cruces de los nadis. Esas zonas de refuerzo de la trama etérica corresponde a 7 chakras primarios, 14 secundarios y gran cantidad de centros menores. Como mecanismo de entrada y salida para las energías, el cuerpo etérico puede presentar alteraciones como la congestión, la falta de integración y la sobreestimulación de sus centros, lo cual es el origen de gran número de enfermedades.
Como transmisor de energía o conexión con el cuerpo físico, el cuerpo etérico tiene una intima relación con el sistema nervioso y el sistema endocrino.
Los chakras son centros de energía que no vemos, que no tocamos y que ni siquiera hemos podido fotografiar con las más sofisticadas tecnologías; pero son la estructura energética más importante de nuestro cuerpo. Por los chakras fluye la tristeza al corazón, la fuerza hasta los músculos, el fuego a la mirada. Sin un torbellino de energía que canalice el amor hasta las glándulas, no sería posible que un hombre y una mujer se fundieran en esa inmensa explosión de energía que hace posible un nuevo universo en cada hijo. Un chakra canaliza las corrientes de energía creada por los hábitos de vida. Allí quedan inscritos, en un lenguaje vibratorio, vacios existenciales y plenitudes, posesiones y desprendimientos, aspiraciones, amor y odio. Hasta el motivo profundo de vivir corre por nuestro cuerpo de energía impulsado por un centro que nos conecta a la correcta de energía cósmica.
Mediante el Qi Qong de la armonía se favorece la conexión entre el cuerpo energético y el físico, de modo que también se expande nuestra conciencia, y mejora la conexión con la energía universal. El objetivo de este Qi Qong es conseguir una relajación profunda, pero consciente, tanto del cuerpo como de la mente.
Ideado por el Maestro Pedro Valencia a partir de sus largos años de experiencia en el campo del Qi Qong y de las prácticas budistas, consta de tres grandes bloques que combinan práctica indú de la purificación de las Chakras con la práctica taoísta de la limpieza de los órganos. Con el Chi Kung de la Armonía, tratamos de restablecer el equilibrio energético de los tres cuerpos (el cuerpo físico, el energético y el mental), logrando así el bienestar en todos los sentidos. En el transcurso de esta práctica se va pasando paulatinamente del estado consciente a una relajación total, pero con los sentidos en perfecto funcionamiento.
Para saber más… FUNDACIÓN HUN YUAN http://www.hunyuantaichi.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario